lunes, 9 de junio de 2008

MARILYN MONROE (1926-1962)



UN MITO QUE NO QUERIA SERLO

Por Jesús Iglesias Lerroux

Agosto de 1962. Marilyn Monroe, la mujer sexy, la mujer mito, el personaje trágico por excelencia, pone fin a sus días en su residencia de Beverly Hills, en los suburbios de Los Angeles, a los 36 años de edad.

De una desconocida modelo llamada Norma Jean Baker, que posaba desnuda por 50 dólares, fue trastocada en rutilante luminaria, primero, y en mítico arquetipo, después, para convertirse finalmente en un fenómeno que va mucho más allá del ámbito cinematográfico.

Marilyn, genuino producto de la fábrica de ídolos que es Hollywood, quiso ser en realidad, y así lo manifestó muchas veces, una chica felizmente casada con un granjero y madre de muchos niños.

Su rostro —y de manera particular su cuerpo— le trazaron un destino muy diferente al anhelado.

La publicidad, que en sus comienzos la mostró a través de su magnífica envoltura carnal, la convirtió paulatinamente en una “diosa del sexo”. Es decir, en una mujer susceptible de ser transformada, en manos de los expertos, no ya en la actriz de acrecentada demanda, sino en un símbolo erótico para ser consumido en el mercado de los deleites fílmicos.

En la plenitud de su carrera, consciente de la triste realidad de su vida, hastiada de ser un monstruo sagrado, pero vacía, se mató con barbitúricos. En la penumbra de su habitación, aquella tarde estival, Marilyn debió pensar, antes de exhalar el último suspiro, en lo poco que supo comprenderla el mundo; en aquellos que iniciaron su destrucción en aras de la publicidad y el dinero, y en aquellos para quienes significó, en el interior de una sala cinematográfica, el sueño inalcanzable.

La leyenda de Marylin principió cuando apareció desnuda, sobre un terciopelo rojo, retratada por el fotógrafo Tom Kelly. De aquella fotografía se hicieron 2o millones de copias, cada una montada sobre un calendario. Entonces era solamente Norma Jean Baker.

El mítico personaje surgió a raíz de la película “Niágara”. Cierto es que Marilyn era, ante todo, erotismo puro, pero nunca el erotismo estuvo tan lleno de dimensión como cuando millones de admiradores la aclamaban, lo mismo como la tontuela de “Los caballeros las prefieren rubias”, que como la mujer hermosa, y muy aceptable actriz, de “Río sin retorno”, que protagonizó con Robert Mitchum.

Sí. Marilyn fue un producto de la publicidad y ésta, en contubernio con el público, la destruyó. El verdadero mito no llega jamás a serlo en tanto el producto de ese mito siga latente. Era, pues, necesario morir. Y Marilyn había comenzado a morir bastante antes de aquel 5 de agosto.

Su primer matrimonio con el policía James Dougherty, el 19 de junio de 1942, duró cuatro meses escasos. Ya famosa y enormemente sola, buscó en el astro del beisbol Joe DiMaggio la esperada felicidad. Se casaron el 14 de enero de 1954 y se divorciaron el 27 de octubre del mismo año.

Al conjuro de un hombre famoso, que se le antojaba sereno y estable, Marilyn se refugió en el dramaturgo Arthur Miller, muy culto, muy famoso y bastante mayor que ella. Miller influyó determinantemente en la carrera de Marilyn. “The Misfits”, película que protagonizó con Clark Gable y Montgomery Clift, la mostró como una verdadera actriz. Miller fue el autor del guión.

No obstante la aparente felicidad de que disfrutaba la pareja, el matrimonio quedó desecho el 21 de enero de 1961, cinco años después de haberse consumado.

A partir de entonces Marilyn comenzó a desintegrarse, no tanto físicamente como moralmente. A mitad del rodaje de “Something’s go to give”, la actriz buscó la soledad de su recámara y allí acabó con sus sueños y los sueños de quienes la encumbraron.

Catorce años después de su muerte, un libro profusamente ilustrado y escrito con propiedad por Norman Mailer, resucitó a Marilyn Monroe para las nuevas generaciones.

No la mostró como la “diosa del sexo”, sino como la mujer incomprendida, glorificada hasta la exageración y vilipendiada sin fundamento, pero siempre profundamente humana.

Tom Kelly retrató su cuerpo.

Norman Mailer retrató su alma.

2 comentarios:

Sade_Satani dijo...

en este siglo XXI no deberia seguir el terrible encubrimiento que por parte de las elites de poder de EU hicieron del asesinato de Marylin, es un insulto a la inteligencia la version de suicidio de esta dama. Su mal destino la llevo a involucrarse con la elite, eso la llevo a la cima y a la tumba.

Anónimo dijo...

una de las bellas actrices de los todos los tiempos,sensual.me gustan sus peliculas especialmente eva y sus adanes es divertidisima. da lastima pensar que se haya suicidado,pero a mi me consta que la mataron por tener mucha informacion,como sea no la olvidaremos jamas.paulina